Cómo el sonido y la vibración convergen en el cerebro para mejorar la experiencia sensorial

Una nueva investigación puede ayudar a explicar por qué el sentido del tacto se vuelve más fuerte y preciso después de la pérdida auditiva

Un retrato de Ludwig van Beethoven
Ludwig van Beethoven sufrió una pérdida auditiva profunda, pero siguió componiendo música. Los investigadores creen que pudo hacerlo porque podía percibir las vibraciones de los instrumentos musicales y “escuchar” la música a través del sentido del tacto. Crédito: Keith Lance/Getty Images

De un vistazo:

  • Un estudio en ratones revela que las vibraciones mecánicas de alta frecuencia detectadas por las terminaciones nerviosas de la piel se procesan en una región del cerebro que se considera implicada principalmente en la percepción del sonido.
  • Las neuronas de esta región del cerebro responden más fuertemente al sonido y a las vibraciones mecánicas combinadas que a cada uno de ellos por separado, lo que resulta en una experiencia sensorial mejorada.
  • Los hallazgos contradicen la visión canónica de dónde y cómo el cerebro procesa las sensaciones táctiles.

Ludwig van Beethoven comenzó a perder la audición a los 28 años y quedó sordo a los 44. Si bien la causa de su pérdida auditiva sigue siendo un tema de debate científico y revisión continua , una cosa está clara: a pesar de su pérdida auditiva, Beethoven nunca dejó de componer música, probablemente porque podía sentir las vibraciones de los instrumentos musicales y “escuchar” la música a través del sentido del tacto, creen los investigadores .

Ahora, un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard podría ayudar a explicar qué permitió a Beethoven y a otros músicos desarrollar un sentido del tacto exquisitamente refinado después de perder la audición.

Los hallazgos, basados ​​en experimentos con ratones y publicados el 18 de diciembre en Cell , ofrecen una nueva y tentadora pista sobre cómo y por qué la disminución de un sentido aumenta el otro. También añaden un giro sorprendente a nuestra comprensión de cómo el cerebro y el cuerpo trabajan en sincronía para procesar múltiples sensaciones al mismo tiempo.

 

FUENTE:

https://hms.harvard.edu/news

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